En su clase magistral ofrecieron un apasionante recorrido por toda su trayectoria y los numerosos proyectos que lideran, siempre con la creatividad como motor fundamental.
Tal y como resume el propio Christian: "La pastelería tiene que sorprender, emocionar y ser capaz de crear un momento único e irrepetible. Mi verdadera misión es crear felicidad."
Durante la sesión, Christian Escribà compartió con los alumnos la historia de su familia y el recorrido de Pastisseria Escribà. Explicó cómo, junto a sus dos hermanos, representa la cuarta generación de pasteleros de un negocio familiar que es todo un emblema en Barcelona desde 1820. Detalló cómo la tienda insignia continúa en la Gran Vía de Barcelona, mientras que han ampliado su presencia con un segundo local en Las Ramblas y un restaurante junto a la playa, Xiringuito, gestionado por su hermano Josep.
A lo largo de la clase, Christian quiso trasladar su visión personal de lo que representa Escribà hoy en día: "Para mí, Escribà no es sólo un lugar donde comprar pasteles; es un patio de recreo para ideas nuevas y atrevidas." Explicó cómo, con el paso de los años, la tienda se ha hecho famosa por sus creaciones originales que mezclan tradición e innovación, transformando la pastelería clásica española en algo completamente nuevo. A su vez, subrayó cómo el objetivo es siempre sorprender al cliente con propuestas únicas, muchas veces inimaginables, que terminan convirtiéndose en auténticas experiencias sensoriales.
Además, hemos tenido el placer de contar en esta jornada con la participación de los alumnos de MOM Culinary Institute, enriqueciendo aún más el intercambio de conocimientos, experiencias y visiones entre futuros profesionales del sector.
Una clase inspiradora que demostró cómo el universo creativo de Escribà trasciende los límites de la pastelería tradicional, convirtiendo cada proyecto en una experiencia única.
